
En esta receta elaboramos un bizcocho de algarroba, también conocido como coca de garrova en Mallorca, una alternativa deliciosa y saludable al tradicional bizcocho de chocolate. Utilizando harina de algarroba, este bizcocho resulta suave, esponjoso y con un ligero sabor a regaliz que recuerda al cacao, pero con menos azúcar y más beneficios para la salud. Ideal para quienes disfrutan de la repostería casera, su base con yogur natural, aceite y huevos aporta humedad y textura ligera. La algarroba es rica en fibra, minerales y antioxidantes, ofreciendo propiedades nutritivas que complementan un desayuno o merienda saludable.
Este bizcocho de algarroba es perfecto para quienes buscan experimentar con ingredientes tradicionales y naturales sin renunciar al sabor. Su tono oscuro y aroma suave lo hacen ideal para acompañar café o té, ofreciendo una opción original frente al chocolate con ventajas nutritivas y un toque auténtico de repostería mallorquina.
Ingredientes
- 150 g de harina de trigo
- 75 g de harina de algarroba
- 120 ml de aceite de oliva suave o girasol
- 130 g de azúcar moreno
- 1 yogur natural sin azúcar
- 4 huevos
- 1 sobre de levadura en polvo (polvo de hornear)
- Azúcar en polvo para espolvorear
Como hacer bizcocho de algarroba
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Preparar la mezcla de base
En un bol grande, añade el yogur natural junto con el aceite y el azúcar moreno. Agrega las yemas de los huevos y mezcla todo con unas varillas hasta obtener una crema homogénea y sin grumos.
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Incorporar la harina y la levadura
Tamiza la harina de trigo junto con el sobre de levadura en polvo. Añade esta mezcla poco a poco al bol con la base de yogur, removiendo con movimientos suaves hasta que se integre completamente.
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Añadir la harina de algarroba
Incorpora la harina de algarroba y mezcla nuevamente hasta que quede completamente integrada.
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Batir las claras a punto de nieve
En otro bol limpio y seco, bate las claras de los huevos con una pizca de sal hasta que estén firmes y formen picos suaves.
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Integrar las claras en la mezcla
Agrega las claras batidas a la mezcla principal poco a poco, utilizando una espátula. Haz movimientos envolventes desde abajo hacia arriba para que las claras no se bajen y mantengan el aire dentro de la masa, asegurando un bizcocho esponjoso.
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Preparar el molde
Forra un molde con papel vegetal y engrásalo ligeramente con mantequilla para evitar que el bizcocho se pegue. Esto facilita el desmoldado y mantiene la forma del bizcocho intacta.
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Hornear el bizcocho
Vierte la masa en el molde preparado y hornea en horno precalentado a 180 °C durante unos 30 minutos. Comprueba la cocción introduciendo un palillo en el centro; si sale limpio y seco, el bizcocho está listo.
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Enfriar, desmoldar y decorar
Retira el bizcocho del horno y deja que se enfríe unos minutos en el molde. Después, pásalo a una rejilla para que se enfríe completamente. Una vez frío, desmolda con cuidado y espolvorea azúcar glas por encima antes de servir.