
La leche de almendras casera es una bebida vegetal de origen medieval que ha llegado hasta nuestros días por sus múltiples beneficios y versatilidad en la cocina. Prepararla en casa es fácil, rápida y económica, y permite controlar ingredientes para obtener una versión sin azúcar y con menos calorías que muchas bebidas comerciales. Esta bebida es ideal para quienes siguen una dieta vegana o desean sustituir la leche de vaca, aportando un extra de calcio y otras propiedades nutricionales. Su precio es accesible si se prepara con almendras de calidad, y se puede disfrutar sola, en cafés, batidos o cereales.
Al elaborar la leche de almendras casera, conservamos la pulpa sobrante, un ingrediente versátil que se puede reutilizar en otras recetas saludables. Con ella podemos preparar desde un gató mallorquín tradicional hasta una tarta de almendra y albaricoques, aprovechando al máximo cada almendra y evitando desperdicios. Así, esta bebida de almendras es nutritiva, sostenible y perfecta para cualquier dieta equilibrada.
Ingredientes
- 200 gr de almendras crudas peladas
- 900 ml de agua
- Azúcar al gusto
Como hacer leche de almendras casera
- Ponemos las almendras en un recipiente, las cubrimos completamente con agua y las dejamos en remojo un mínimo de 8 horas, recomendando dejarlas durante 24 horas.
- Echamos las almendras en un colador, las enjuagamos con agua fresca y las dejamos escurrir.
- Ponemos las almendras en una licuadora o batidora de vaso, agregamos el agua y trituramos hasta que las almendras se hayan triturado por completo. Cuando el agua se empiece a poner de color blanco podemos añadir el azúcar al gusto.
- Colamos la leche de almendras a través de un colador de tela, filtro de café o un trapo limpio de algodón. Apretamos bien para que salga todo el líquido.
- Vertemos la leche en una botella o jarra de cristal y la guardamos en la nevera, donde aguantará 3 o 4 días.