
En esta receta elaboramos cremadillos y doblegats, dos dulces tradicionales mallorquines hechos con masa de hojaldre y rellenos variados. Son típicos de Mallorca y se encuentran fácilmente en pastelerías de la isla, aunque también es habitual hacerlos en casa. Entre los rellenos más populares están la crema pastelera, chocolate, cabello de ángel, confituras caseras y, en versiones más modernas, combinaciones saladas como sobrasada y miel. Prepararlos en casa es muy fácil y permite personalizar formas y sabores con un resultado auténtico y delicioso.
La principal diferencia entre ambos está en su acabado: los cremadillos se pintan con huevo y se espolvorean con azúcar antes de hornear, lo que les da una textura crujiente y caramelizada. Los doblegats, en cambio, no se pincelan con huevo ni se añade azúcar por encima, quedando más claros y con un aspecto más sencillo. La masa de hojaldre, ligera y crujiente, envuelve perfectamente estos rellenos tan sabrosos.
Ingredientes
- Masa de hojaldre (casera o comprada)
- Harina para espolvorear
- 1 huevo (para los cremadillos)
- Azúcar (para los cremadillos)
- Azúcar glas (para los doblegats)
- 500 ml de leche entera
- 4 cucharadas soperas de azúcar
- 3 yemas de huevo
- 3 cucharadas de fécula de maíz (maicena)
- La piel de un limón
- 1 rama de canela
- Crema pastelera
- Cabello de ángel
- Chocolate
- Confitura de frutas
Como hacer cremadillos
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Preparar la base de la crema pastelera
En un cazo ponemos la leche (reservando un vasito), la piel de limón, la rama de canela y el azúcar. Lo llevamos a fuego medio y dejamos que tome sabor mientras removemos.
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Mezclar yemas y fécula de maíz
En el vasito de leche que hemos reservado disolvemos bien la fécula de maíz y añadimos las yemas de huevo. Batimos hasta que quede una mezcla fina, sin grumos.
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Espesar la crema pastelera
Cuando la leche del cazo empiece a hervir, retiramos la canela y el limón y añadimos poco a poco la mezcla de yemas y fécula. Removemos sin parar con unas varillas hasta que espese y quede cremosa. Una vez lista, la apartamos del fuego y la dejamos enfriar.
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Estirar y dar forma a la masa
Espolvoreamos harina sobre la mesa de trabajo para que la masa no se pegue y la estiramos suavemente con un rodillo hasta obtener un grosor uniforme. A continuación, cortamos la masa en cuadrados, rectángulos u óvalos según el gusto de cada uno.
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Rellenar y cerrar
Colocamos en el centro de cada porción de hojaldre el relleno elegido: crema pastelera, cabello de ángel, chocolate o confitura. Doblamos la masa y sellamos bien los bordes presionando con un tenedor para que no se escape el relleno al hornear.
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Acabado según el tipo de dulce
Si hacemos cremadillos, pintamos la superficie con huevo batido y espolvoreamos azúcar por encima, lo que dará un bonito color dorado y una capa crujiente irresistible. Si preparamos doblegats, en cambio, no se pintan con huevo ni se añade azúcar en la superficie, lo que les da un aspecto más sencillo.
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Hornear hasta dorar
Colocamos los dulces en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Los horneamos en el horno precalentado a 200 ºC unos 20 minutos, o hasta que estén bien dorados y crujientes.
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Dejar enfriar y disfrutar
Sacamos los cremadillos y los doblegats del horno y los dejamos reposar unos minutos. Una vez templados o fríos, los doblegats se espolvorean con azúcar glas.