
Las vienas son unos panecillos tradicionales de Mallorca, conocidos por su textura blanda y esponjosa que los hace perfectos para preparar bocadillos caseros. Esta receta originaria de la isla sigue siendo muy apreciada, aunque su consumo ha disminuido en los últimos años. Estos panecillos de Viena son ideales para rellenar con embutidos, mermeladas, chocolate o sobrasada, evocando los recuerdos de la infancia y las meriendas escolares. Si quieres comprar pan de Viena en hornos locales, su precio suele ser accesible, pero hacerlos en casa es una opción deliciosa y económica, además de permitir controlar ingredientes y calorías.
Con las cantidades indicadas en esta receta, podrás elaborar 8 unidades de unos 85 gramos antes de hornear, perfectos para disfrutar recién hechos. Preparar este pan casero es sencillo y gratificante, con ingredientes básicos como harina, leche, mantequilla y levadura fresca. Anímate a probar esta receta tradicional mallorquina que combina sabor, historia y facilidad para sorprender a toda la familia.
Ingredientes
- 400 g de harina de repostería (harina floja)
- 200 ml de leche entera
- 40 g de mantequilla a temperatura ambiente (pomada)
- 20 g de azúcar
- 6 g de levadura fresca de panadería
- 8 g de sal fina
Como hacer pan de Viena
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Preparar la mezcla inicial
En un bol amplio añadimos la harina, el azúcar y la levadura fresca previamente disuelta en un poco de leche tibia. Incorporamos el resto de la leche y mezclamos bien hasta obtener una masa que al principio puede parecer seca, pero es completamente normal.
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Añadir la mantequilla y la sal
Incorporamos poco a poco la mantequilla en pomada y la sal. Lo hacemos en tandas, asegurándonos de que cada porción se integre bien antes de añadir la siguiente. Este paso es clave para conseguir un pan suave y esponjoso.
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Amasar la masa con reposos
Volcamos la masa sobre la encimera ligeramente aceitada y comenzamos el amasado. Trabajamos unos minutos y dejamos reposar la masa tapada con un paño durante 10 minutos. Repetimos este ciclo de amasado y reposo varias veces hasta que la masa quede lisa, fina y elástica. Finalmente, la dejamos fermentar cubierta con film transparente o un paño limpio durante aproximadamente 1 hora.
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Desgasificar y dividir la masa
Pasado el reposo, volcamos la masa sobre la encimera y la desgasificamos suavemente para quitar el exceso de aire. Amasamos brevemente hasta que quede suave y la estiramos en forma rectangular. Con un cuchillo o rasqueta, cortamos la masa en 8 porciones de unos 85 gramos cada una.
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Formar los panecillos
Cogemos cada porción, la boleamos dándole forma redonda y después la aplanamos en forma de disco. Enrollamos el disco sobre sí mismo, sellando bien la unión con un pellizco para evitar que se abra durante la fermentación o la cocción. Este detalle marcará la diferencia en la forma final de los panecillos.
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Segunda fermentación
Colocamos los panecillos ya formados sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Los dejamos fermentar durante 1 hora aproximadamente. Se hincharán, aunque no doblen su volumen, lo cual es totalmente normal. En el horno terminarán de crecer.
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Horneado de los panecillos
Precalentamos el horno a 200 ºC con calor arriba y abajo, sin ventilador ni vapor. Horneamos los panecillos durante unos 20 minutos, vigilando que no se doren en exceso. Una vez listos, los retiramos del horno, los pincelamos suavemente con un poco de agua para darles brillo y los dejamos enfriar sobre una rejilla.