La crema de gambas es una receta tradicional muy apreciada en fechas especiales como la Navidad, donde los platos con marisco ganan protagonismo en muchas mesas. En esta ocasión, te enseñamos cómo preparar una crema casera fácil y deliciosa, elaborada con gambas cocidas, pescado (caramel) y un toque suave de nata líquida para darle una textura cremosa e irresistible.
Este primer plato, que recuerda a las clásicas recetas al ajillo por su base de ajo y perejil, es facilísimo de preparar y no requiere técnicas complicadas. Se parte de un caldo intenso hecho con las pieles de las gambas, verduras frescas y pescado, que después se liga con harina y mantequilla para obtener una textura perfecta. Puedes servirla sola o acompañarla con pan frito o costrones. Es ideal para Navidad, pero tan fácil que puedes disfrutarlo todo el año como entrante o primer plato.
Ingredientes
- 1 litro y medio de agua
- 1 manojo de cebolletas tiernas
- 3 o 4 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- 3 cucharadas de tomate frito casero
- Caramel (jerret)
- 300 g de gambas pequeñas
- 1 chorrito de brandy
- 50 g de mantequilla
- 3 cucharadas soperas de harina
- 200 ml de nata para cocinar
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Perejil fresco picado
- Sal al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Como hacer crema de gambas
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Preparar las gambas
Comienza hirviendo las gambas en una cazuela con un poco de sal durante 2 o 3 minutos, solo hasta que cambien de color. Escúrrelas, deja que se enfríen y separa la carne de las cáscaras y las cabezas. Reserva ambos por separado, ya que utilizaremos las pieles y las cabezas para elaborar el caldo de base.
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Elaborar el sofrito base del caldo
En una cazuela grande, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y caliéntalo a fuego medio. Incorpora las cebolletas tiernas picadas, los dientes de ajo pelados y las hojas de laurel. Sofríe lentamente durante unos minutos hasta que las cebolletas se ablanden y el ajo empiece a dorarse ligeramente.
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Sofreír los ingredientes marinos
Añade el tomate frito casero, el caramel o jerret y las cáscaras y cabezas de las gambas. Remueve bien y sofríe todo junto unos 5 minutos para que se concentren los sabores del marisco.
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Incorporar el pimentón y el brandy
Espolvorea una cucharadita de sal y otra de pimentón dulce y mezcla rápidamente para que no se queme. A continuación, añade un chorrito de brandy y deja que se evapore el alcohol durante un par de minutos, removiendo de vez en cuando.
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Preparar el caldo de gambas
Vierte un litro y medio de agua en la cazuela y deja que hierva a fuego medio durante unos minutos.
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Triturar y colar el caldo
Cuando lleve unos minutos hirviendo, tritura todo el contenido de la cazuela con una batidora hasta obtener una mezcla homogénea. Luego, pasa el caldo por un colador fino o pasapurés para eliminar restos de cáscaras y dejarlo completamente limpio y suave. Reserva el caldo caliente.
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Preparar la base cremosa
En otra olla, derrite la mantequilla a fuego medio y añade las tres cucharadas de harina. Remueve constantemente con unas varillas durante 2 o 3 minutos hasta que la harina se tueste ligeramente y pierda el sabor crudo.
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Incorporar el caldo poco a poco
Sin dejar de remover, añade poco a poco varios cucharones del caldo caliente. Mezcla bien hasta obtener una textura lisa y sin grumos. Continúa incorporando el resto del caldo, siempre removiendo, hasta conseguir una crema fina y uniforme.
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Añadir las gambas y la nata
Agrega las gambas peladas que habías reservado y cocina la crema a fuego suave durante unos minutos para que se integren los sabores. Después, añade la nata para cocinar y mezcla bien. Mantén la cocción a fuego lento unos 5 minutos más, removiendo de vez en cuando.
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Rectificar y presentar la crema
Prueba la crema y ajusta el punto de sal según tu gusto. Sirve caliente en tazas o cuencos individuales y decora con pequeños daditos de pan frito crujiente para añadir textura.