Los carquinyolis son un tipo de pasta seca elaborada con el método del biscote, originando una especie de pan tostado dulce con almendras. La receta de los carquinyolis tienen su origen en Cataluña, pero también se elaboran y consumen en la isla de Menorca (Baleares).
Ingredientes
- 100 g de almendras crudas
- 2 huevos
- 1 limón (ralladura)
- 100 g de azúcar
- 175 g de harina de trigo
- 1 cucharada de levadura en polvo
- ½ cucharada de canela en polvo
- Unas gotas de anís
Como hacer carquinyolis
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Preparar los ingredientes secos
En un bol grande, mezcla la harina con la levadura en polvo y la canela en polvo. Tamiza los ingredientes para que no queden grumos y la masa quede ligera y uniforme.
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Formar la masa
Haz un volcán con la mezcla de harina en el centro del bol. Añade los huevos, el azúcar y la ralladura de limón. Amasa con las manos o con una cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea y ligeramente pegajosa.
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Añadir las almendras y el anís
Incorpora las almendras crudas enteras a la masa y unas gotas de anís. Continúa amasando hasta que las almendras queden bien repartidas y la masa tenga consistencia firme pero flexible.
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Formar los troncos
Divide la masa en dos partes iguales y forma dos tiras alargadas de aproximadamente 3 cm de ancho y 2 cm de altura. Colócalas sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, dejando espacio entre ellas para que se expandan ligeramente.
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Pintar y hornear el primer horneado
Bate una yema de huevo con un poco de agua y pinta la superficie de los troncos de masa. Hornea en horno precalentado a 150 °C durante 30 minutos o hasta que estén ligeramente dorados y firmes al tacto.
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Cortar en rebanadas
Saca los troncos del horno y, con cuidado de no quemarte, córtalos en rebanadas de aproximadamente 1 cm de grosor.
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Segundo horneado para tostar
Coloca las rebanadas nuevamente en la bandeja del horno y tuéstalas 5 minutos por cada lado, hasta que queden crujientes y doradas. Vigila constantemente para que no se quemen.
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Enfriar y conservar
Deja enfriar completamente los carquinyolis sobre una rejilla antes de guardarlos en un recipiente hermético. Así conservarán su textura crujiente durante varios días.