
La tarta de queso philadelphia y cuajada es una receta sin horno muy fácil y rápida de elaborar, que va cubierta con arándanos y una base de galleta maría. Esta tarta fría de queso es ideal para quienes buscan un postre cremoso y refrescante, perfecto en cualquier época del año.
Sin duda, la tarta de queso (cheesecake) es una de las recetas de repostería más tradicionales y elaboradas a nivel global. También tenemos la receta de tarta de queso al horno, más clásica y con una textura diferente.
Existen muchas variedades de la tarta de queso, y en esta receta usamos nata para darle suavidad y la cuajada royal para que cuaje perfectamente sin necesidad de horno. Aunque hay muchas opciones, esta tarta puede ser la mejor elección si quieres algo rápido y delicioso. ¡Ni siquiera necesita horno para su elaboración!
Ingredientes
Para la base:- 1 paquete de galletas María
- 100 g de mantequilla
- 450 g de queso crema tipo Philadelphia
- 200 g de azúcar
- 4 sobres de cuajada
- 500 ml de leche entera
- 500 ml de nata para montar (crema de leche)
- Mermelada de arándanos para decorar
Como hacer tarta de queso sin horno
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Preparar la base de galleta
Fundimos la mantequilla en un cazo a fuego bajo o en el microondas, cuidando que no se queme. Con ayuda de un pincel de cocina pintamos la base de un molde desmontable para que la masa quede bien adherida.
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Triturar y mezclar las galletas
Trituramos las galletas María con una picadora o metiéndolas en una bolsa y pasando un rodillo por encima. Añadimos la mantequilla derretida y mezclamos bien hasta conseguir una textura parecida a arena húmeda, fácil de compactar.
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Formar la base en el molde
Vertemos la mezcla en el molde y presionamos con el dorso de una cuchara o con la palma de la mano hasta cubrir toda la base de forma uniforme. Reservamos en la nevera mientras preparamos el relleno.
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Calentar la mezcla líquida
En un cazo ponemos la nata, la leche y el azúcar. Removemos constantemente hasta que empiece a hervir suavemente y el azúcar se haya disuelto por completo.
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Fundir el queso crema
Añadimos el queso Philadelphia y seguimos removiendo hasta que se integre totalmente en la mezcla, quedando una textura cremosa y sin grumos.
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Disolver la cuajada
En un vaso mezclamos los sobres de cuajada con un poco de leche fría (no agua) para que se disuelva mejor. Es importante que no queden grumos, ya que de ello depende la textura final de la tarta.
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Incorporar la cuajada a la mezcla
Vertemos la cuajada disuelta en el cazo, mezclamos bien con unas varillas y dejamos que todo hierva un minuto. Después apagamos el fuego para que no se corte la nata.
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Montar la tarta
Sacamos el molde con la base de galletas de la nevera y echamos la mezcla de queso caliente con cuidado. Dejamos que se temple a temperatura ambiente unos minutos antes de meterlo al frigorífico.
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Enfriar la tarta
Guardamos la tarta en la nevera al menos 3 horas, aunque si la dejamos reposar de un día para otro estará aún más firme y sabrosa.
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Decorar y servir
Antes de desmoldar, cubrimos la superficie con mermelada de arándanos y la extendemos suavemente con una espátula. Ya solo queda desmoldar, cortar y disfrutar de una tarta de queso sin horno cremosa y espectacular.