
En esta receta casera y fácil preparamos unos deliciosos pastelitos de chocolate mini, ideales para quienes buscan un postre dulce, pequeño e individual que sorprenda a sus invitados. Estos pastelitos están formados por bizcochitos de chocolate esponjosos, elaborados con ingredientes caseros como huevo y harina, que se bañan en una suave cobertura de chocolate. La combinación del bizcocho con la cobertura hace que cada bocado sea irresistible, perfecto para cualquier ocasión especial o simplemente para darse un capricho dulce en casa.
Además, acompañamos estos pastelitos con unas cremosas natillas caseras hechas con maicena y yemas de huevo, que aportan un toque suave y equilibrado al postre. La preparación requiere algo de tiempo y dedicación, pero el resultado en sabor y presentación en porciones individuales hace que merezca totalmente la pena. Anímate a preparar estos pastelitos de chocolate caseros que encantan a todos por su textura y sabor irresistible.
Ingredientes
Para los pastelitos de chocolate:- 2 cucharadas de ron
- 125 g de azúcar
- 110 g de harina de fuerza
- 5 huevos
- 100 g de mantequilla
- 150 g de chocolate para fundir
- 250 ml de nata para montar
- 250 g de chocolate para fundir
- 75 g de azúcar
- 75 g de margarina Tulipán
- 400 ml de leche entera
- 2 yemas de huevo
- 75 g de maicena
- 75 g de azúcar
Como hacer pastelitos de chocolate
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Preparar la cobertura de chocolate
Ponemos un cazo al fuego con la nata y el azúcar. Removemos constantemente hasta que el azúcar se disuelva por completo. Cuando la nata empiece a hervir, añadimos el chocolate troceado y seguimos removiendo hasta que se funda. Reducimos la intensidad del fuego y agregamos la margarina Tulipán. Mezclamos bien hasta que quede una cobertura suave, brillante y sin grumos. La reservamos para más adelante.
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Separar claras y yemas para los pastelitos
Tomamos los huevos y separamos cuidadosamente las claras de las yemas. Montamos las claras a punto de nieve con ayuda de unas varillas eléctricas o un robot de cocina, hasta que queden firmes y esponjosas. Este paso es clave para que los pastelitos tengan una textura ligera.
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Batir las yemas con el azúcar
En otro bol batimos las yemas junto con el azúcar hasta obtener una crema blanquecina y espumosa. Este proceso ayuda a que el bizcocho de los pastelitos sea más aireado y tenga un sabor delicado.
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Fundir el chocolate y la mantequilla
Fundimos el chocolate y la mantequilla por separado, al baño maría o en intervalos cortos en el microondas. Después los unimos y mezclamos bien hasta conseguir una crema de chocolate lisa.
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Mezclar el chocolate con las yemas
Añadimos poco a poco la mezcla de chocolate y mantequilla a la crema de yemas con azúcar, sin dejar de remover. Incorporamos también las dos cucharadas de ron, que realzarán el sabor del chocolate.
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Integrar la harina y las claras montadas
Tamizamos la harina directamente sobre la mezcla anterior y la incorporamos con movimientos envolventes. Finalmente añadimos las claras montadas a punto de nieve y mezclamos con cuidado, siempre con movimientos suaves de abajo hacia arriba, para no perder el aire.
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Hornear los pastelitos
Vertemos la masa en moldes de silicona o individuales, previamente engrasados con mantequilla fundida o un poco de aceite. Llevamos al horno precalentado a 160 ºC durante unos 20 minutos, hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio. Dejamos enfriar antes de desmoldar.
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Preparar las natillas caseras
Mientras los pastelitos se hornean, ponemos un cazo al fuego con la leche y el azúcar. En un vaso aparte diluimos la maicena con un poco de leche fría y añadimos las yemas de huevo, mezclando bien. Cuando la leche comience a hervir, vertemos la mezcla de maicena y yemas a través de un colador para evitar grumos. Removemos constantemente hasta que espesen y, en cuanto hiervan, retiramos del fuego. Reservamos.
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Montar y decorar el postre
Bañamos los pastelitos ya fríos en la cobertura de chocolate, dejándolos bien cubiertos. En cada plato servimos una base de natillas caseras y colocamos encima un pastelito. Decoramos con hilos de chocolate de la cobertura, ayudándonos de un cuchillo o un palillo, para dar un toque más vistoso.