Mantecados caseros de almendra

Mantecados caseros
Receta de mantecados caseros de almendra

En esta receta te enseñamos cómo hacer mantecados caseros de almendra, una delicia tradicional que no puede faltar en muchas casas durante la Navidad. Estos dulces antiguos, típicos de pueblo, se elaboran con ingredientes sencillos y básicos: almendra tostada, azúcar, harina y manteca de cerdo, que aporta una textura suave y auténtica. Prepararlos en casa es muy gratificante y mucho más fácil de lo que parece. El resultado son unos mantecados caseros que se deshacen en la boca, con todo el sabor original de la repostería navideña tradicional.

Aunque esta versión se hace con manteca de cerdo, también existen variantes con aceite de oliva o incluso con mantequilla. Lo más importante es conservarlos bien: si los guardas en un recipiente hermético y en un lugar fresco y seco, pueden durar hasta 3 semanas sin perder sabor ni textura. Son ideales para tener listos con antelación o para regalar durante las fiestas. Una receta fácil, casera y perfecta para llenar tu cocina de aroma a Navidad y tradición.

Ingredientes

  • 150 g de manteca de cerdo
  • 150 g de almendra tostada molida
  • 150 g de azúcar glas (en polvo)
  • 1 yema de huevo
  • 600 g de harina de trigo

Como hacer mantecados de almendra

  1. Preparar la mezcla base

    En un bol amplio añade la manteca de cerdo a temperatura ambiente, la yema de huevo, el azúcar glas y la almendra molida. Mezcla con una espátula o con las manos limpias hasta conseguir una pasta cremosa y bien integrada.

  2. Incorporar la harina poco a poco

    Agrega la harina tamizada en varias tandas mientras sigues mezclando con las manos. La masa debe quedar homogénea, compacta y ligeramente dura, típica de los mantecados de almendra tradicionales. Si notas que se pega un poco, espolvorea una pequeña cantidad de harina adicional, pero sin pasarte para que no quede seca.

  3. Formar y estirar la masa

    Deja reposar la masa unos minutos antes de estirarla para que sea más manejable. Espolvorea un poco de harina sobre una superficie lisa y coloca la masa. Con la ayuda de un rodillo, estírala hasta que tenga un grosor de aproximadamente 1 centímetro.

  4. Cortar los mantecados

    Usa un cortapastas redondo o con la forma que prefieras y ve cortando los mantecados. Retira los restos de masa, vuelve a amasarlos suavemente y continúa cortando hasta aprovechar toda la masa. Coloca los mantecados sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, dejando un pequeño espacio entre ellos.

  5. Hornear los mantecados

    Precalienta el horno a 150 ºC con calor arriba y abajo. Introduce la bandeja en el horno y hornea durante unos 20 minutos o hasta que los mantecados estén ligeramente dorados por los bordes, sin dejar que se tuesten demasiado.

  6. Enfriar y espolvorear azúcar glas

    Saca los mantecados del horno y déjalos enfriar completamente sobre una rejilla o bandeja. Cuando estén fríos, espolvorea generosamente azúcar glas por encima para darles su característico acabado blanco y dulce. Conserva los mantecados de almendra en una caja de lata o recipiente hermético; así se mantendrán frescos y tiernos durante bastante tiempo.

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