
En esta receta elaboramos unas natillas caseras de huevo, uno de los postres más tradicionales y fáciles de preparar en casa, perfectas para niños y para toda la familia. Utilizamos ingredientes básicos como 1 litro de leche, yemas de huevo y azúcar, y para espesar las natillas añadimos maicena, consiguiendo una textura cremosa y suave que encanta a todos. En poco tiempo podrás disfrutar de este dulce casero que nunca falla y que siempre gusta.
La leche se infusiona con canela en rama y piel de limón para darle ese sabor característico y tradicional. Al servir, las natillas se espolvorean con canela en polvo y se acompañan con una galleta maría, aportando un toque crujiente delicioso. Son ideales para preparar con antelación y conservar en frío, un postre casero muy versátil, nutritivo y especialmente adecuado cualquier ocasión.
Ingredientes
- 1 litro de leche entera
- 8 yemas de huevo
- 120 g de azúcar
- 35 g de maicena
- 1 piel de limón (solo la parte amarilla)
- 1 rama de canela
- Galletas maría
- Canela en polvo
Como hacer natillas caseras
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Infusionar la leche
Coloca la leche en un cazo junto con la piel de limón y la rama de canela. Calienta a fuego medio hasta que empiece a hervir. Retira del fuego en cuanto rompa el hervor y deja reposar unos minutos para que la leche termine de infusionarse con el sabor del limón y la canela.
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Batir las yemas con azúcar
En un bol grande añade las yemas de huevo con el azúcar. Bate enérgicamente hasta que la mezcla blanquee y se vuelva espumosa. Esto ayudará a que las natillas queden más cremosas.
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Incorporar la maicena
Agrega la maicena a la mezcla de yemas y azúcar. Remueve bien hasta que no queden grumos, logrando una crema fina y uniforme. Este paso es clave para espesar las natillas sin que se corten.
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Incorporar la leche infusionada
Vierte la leche infusionada poco a poco sobre el bol con las yemas, utilizando un colador para retirar la piel de limón y la rama de canela. Hazlo en un hilo fino mientras remueves constantemente para que las yemas no se cuajen con el calor.
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Cocinar la crema de natillas
Devuelve la preparación al cazo y cocina a fuego bajo. Remueve sin parar con una cuchara de madera o unas varillas hasta que espese y adquiera la textura característica de las natillas. No dejes que hierva para evitar que se corte.
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Colocar las natillas en recipientes
Reparte las natillas en cazuelitas individuales de barro o en cuencos. Si lo deseas, coloca en el fondo de cada recipiente una galleta maría para que se impregne del sabor de la natilla.
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Decorar y enfriar
Deja que se templen unos minutos a temperatura ambiente. Coloca una galleta maría encima de cada natilla y espolvorea con un poco de canela en polvo. Llévalas al frigorífico y deja enfriar al menos 3 horas para que estén en su punto antes de servir.